Artistas

José Bardasano

Madrid, 1910 - 1979

  • Pontejos

    1961

José Bardasano nace en Madrid en 1910. Su formación como pintor tiene lugar gracias al encuentro con Marceliano Santa María, que le descubre, a los once años de edad, pintando en la calle en compañía de su padre. Santa María, como generoso protector de jóvenes humildes, se lo lleva a estudiar dibujo a la Escuela de Artes Oficios y le sigue acompañando en su desarrollo después de que sea rechazado en su intento de ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Conoce las técnicas de la vidriera artística en la Casa Maumejean y se introduce en el mundo publicitario con su trabajo como director artístico en la Agencia Rex de publicidad (1929). Entre los años 1930 y 1936 concurre a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, logrando la segunda medalla por el Retrato de Juana Francisca –su esposa– en 1934, año en que además realiza su primera exposición individual en las salas de la Sociedad de Amigos del Arte. Obtiene en 1935 la beca del Legado del Conde de Cartagena y viaja a Francia y los Países Bajos, donde pinta una extensa colección de paisajes y vistas urbanas que expondrá, ya en 1936, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Funda en 1936 y dirige «La Gallofa», sección de Artes Plásticas de la J.S.U., que desempeña una importantísima labor de propaganda durante la Guerra Civil. Sus carteles, con los de otros artistas y propagandistas, revisten los muros de las calles de Madrid,Valencia y Barcelona. En 1939 es internado en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer junto con parte de los miles de derrotados. Las amistades entabladas durante su estancia en Francia en 1935 ayudan a Juana Francisca a rescatarlo y parten a bordo del Sinaia rumbo a México para emprender una nueva vida.

En México, con el apoyo de la familia de unas antiguas amigas de juventud, comienza trabajando en una imprenta y enseguida empieza a impartir clases gratuitas de dibujo entre sus compañeros trabajadores, constituyendo el germen de la Escuela de Pintura que instalará en su casa y en la que se formaran interesantes pintores. Entre las varias actividades de Bardasano en México merecen mención también la fundación en 1945 del Círculo de Bellas Artes junto con otros artistas mexicanos y españoles, y su colaboración con el Gobierno en las campañas de alfabetización. Mientras tanto pinta, expone y, consagrado como excelente retratista, se hace muy querido entre la burguesía mexicana.

Pasan casi veinte años, hasta que en 1957 sufre un infarto de miocardio. De repente el temor a la muerte y el sueño del regreso a España que durante los primeros años de exilio mantuvieron vivo todos los transterrados, se impone sobre cualquier otra consideración. Después de una fugaz visita a España regresa definitivamente en 1960.

Se reincorpora a la vida artística madrileña y participa en los Salones de Otoño, obteniendo una primera medalla en 1961 y una medalla de honor en 1966. Recibe las condecoraciones francesas de la medalla de oro de «Arts, Sciences, Lettres» en 1964 y la cruz de oficial al mérito en 1965. Por su colección de carteles promocionales para RENFE le otorgan en 1967 el premio del cartel turístico de Ginebra.

Vive dedicado a la pintura, una dedicación que él explica llanamente como una auténtica necesidad fisiológica. Su prolífica producción alcanza para alimentar hasta dos exposiciones anuales, pero sobre todo se vuelca en su cita anual del Salón Cano, que cumple desde 1961 hasta el otoño de 1978, unos meses antes de su muerte.

Han pasado otros veinte años cuando el corazón –ya debilitado y poco cuidado– le falla de nuevo. Bardasano muere en Madrid en 1979.

Carolina Peña Bardasano