La Colección crece
Nuevas adquisiciones
11 abril 2014 - 8 junio 2014
Espacio ArteSonado
La vitalidad de las figuras populares durante el siglo XIX está representada fundamentalmente por dos escuelas pictóricas. Encontramos por un lado la pintura costumbrista madrileña, que muestra una gran variedad de temas, junto a tipos y costumbres castizas, y que aportó una gama cromática oscura a las escenas, lo cual evidencia un ánimo crítico. Por otro, el estilo sevillano, que incidió en un pintoresquismo amable y folclórico en el que parece que predominó la visión extranjera, debido a la afluencia de viajeros a esta región del sur.
Del primero es claro exponente Eugenio Lucas Velázquez, quien se inspiró frecuentemente en Goya a lo largo de su prolífica vida creativa, y cuyo hijo, Eugenio Lucas Villaamil, fue su más fiel seguidor. El costumbrismo sevillano tiene a uno de sus mejores pintores en Manuel Cabral Aguado Bejarano, representante del eclecticismo que envolvió a muchas figuras del siglo XIX y que muestra en sus obras los estereotipos del romanticismo andaluz, junto a otras imágenes cercanas a un cierto realismo en las que deja constancia de su capacidad para la observación precisa.
Junto a este autor, otros nombres importantes, como Rafael Benjumea, pintor poco conocido en la actualidad pero que obtuvo numerosos reconocimientos en vida, o José Roldán, influenciado frecuentemente por Murillo, cuya pintura muestra figuras que ocupan gran parte del lienzo en un ambiente dominado por la arquitectura popular.
Se incorpora por vez primera a la Colección el pintor Prudencio Herreros Amat, quien, nacido en Murcia, desarrolló en Valencia gran parte de su vida artística. En su obra están presentes los tipos populares y el paisaje de la huerta valenciana.
Este conjunto de obras contribuye a enriquecer el relato del costumbrismo romántico, siendo ésta una de las líneas temáticas que tan singularmente narra la Colección del Museo Carmen Thyssen.