Julio Romero de Torres.
Entre el mito y la tradición

27 de abril - 8 de septiembre de 2013
Julio Romero de Torres

La familia Basabe

1919 Óleo y temple sobre lienzo,
149 x 149 cm
Colección PRASA
La familia Besabé
Julio Romero de Torres

Carmen

1914 Óleo y temple sobre lienzo, 72 x 92 cm Colección PRASA
Carmen
Julio Romero de Torres

La bella Otero

1913-1914 Óleo y temple sobre lienzo, 83 x 99 cm Colección PRASA
La bella Otero
Julio Romero de Torres

Fuensanta

1929 Óleo y temple sobre lienzo,
100 x 80 cm
Cortesía colección particular, Madrid
Fuensanta

Retratos y Símbolos

Julio Romero de Torres está directamente vinculado a la imagen de la mujer, temática gracias a la cual consiguió una gran fama. Dentro de la producción de retratos que elaboró durante toda su trayectoria artística, destacan principalmente los femeninos, y es a través de la interpretación de la mujer como podemos apreciar su evolución estilística.

El pintor inmortalizó a personajes femeninos propios de diferentes ámbitos socioculturales, tanto a las mujeres burguesas y elegantes como a las más castizas y populares. Todas deseaban formar parte de su repertorio, y a través de sus modelos plasmó las características propias de un estilo ya configurado, convirtiéndolas en mujeres-símbolo. Podemos apreciar como las figuras están cargadas de melancolía a la vez que transmiten inquietud, sin dejar de lado la elegancia, subrayada por su preocupación por la moda femenina de la época. En su conjunto, vemos las características principales de su obra, destacando la precisión técnica y la creación de luces suaves en los ropajes y la piel, que contrasta con la extrañeza de los escenarios o paisajes de fondo, a través de los cuales convierte la realidad en alegoría.

Otra tipología que también cultivó, aunque en menor medida, fueron los retratos de familia, que gozaban de gran éxito, gracias al prestigio social que suponía ser retratado por él y poseer una obra suya. Todos ellos se estructuran en torno a una composición a modo de escenario, donde las figuras se sitúan sobre un fondo paisajístico con alguna referencia urbanística, dotando a los cuadros de un carácter un tanto teatral.