Artistas
José Gallegos y Arnosa
Jerez de la Frontera, 1859 - Anzio, 1917
Nace en Jerez de la Frontera el 3 de mayo de 1857 según Pescador (quien escribía ya en 1906) o en 1859 según la generalidad de las referencias biográficas.
De origen modesto, estudia inicialmente en la Escuela de la Academia local de Bellas Artes (la de Santo Domingo), pero gracias al patrocinio de Guillermo Garvey, el bodeguero para quien trabajaba su padre, se traslada a los dieciséis años a Madrid para ingresar en la de San Fernando.
Años más tarde, en los catálogos de sus primeras Exposiciones Nacionales, reconocerá –probablemente por razones de prestigio curricular– el magisterio de Federico de Madrazo, quien, de todas formas, le haría estudiar «concienzudamente» las obras de Murillo, Velázquez y otros consagrados artistas.
En 1878, a los cinco años de su permanencia en Madrid, deja testimonio de su aprendizaje con una obra, Casamiento árabe, de suficiente envergadura como para ser adquirida por el Estado en 1882. Una nueva obra, En el harén, confirma su prestigio en Jerez al ser expuesta en su Academia local.
Su traslado a Roma tiene lugar en 1880, siendo la capital italiana su lugar habitual de residencia a excepción tal vez de una corta estancia en Tánger –si la misma no es anterior según los asuntos citados–, un breve regreso a España entre 1900 y 1906, y viajes por Italia y diversas ciudades europeas. De cualquier forma, su etapa final transcurrió en Anzio, muy cerca de Roma. Allí entra en contacto con la colonia de españoles que practicaba la estética preciosista.
En la Ciudad Eterna se estrena con un nuevo cuadro de grandes dimensiones titulado Botín de guerra, en el que continúa con la temática orientalista según nos deja ver la coetánea reproducción en la más importante de las revistas ilustradas de la época, La Ilustración Española y Americana (8 de enero de 1885), con motivo de su exhibición en la Nacional de Bellas Artes de 1884, donde consigue una tercera medalla.
En este punto, y aunque fue pintor propenso a la venta a través de marchantes, su tributo a las exposiciones oficiales se sustancia, en cuanto a las Nacionales españolas, en sus envíos de 1881, 1884, 1910 y 1912. En la primera de ellos expone cuatro pinturas: El loco de los ángulos –inspirado en la Vida del Gran Tacaño de Quevedo–, Fiesta de moros, Moro del Souss y Tipo napolitano. Tras la ya citada Nacional de 1884 deja un lapso de dieciséis años y reaparece, como se ha señalado, en las de 1910 y 1912 con cuatro cuadritos (que eran ya su formato generalizado): Restauradores de alfombras y El viejo maestro, para el primer año, y Patio andaluz y Puesto de flores, en la segunda fecha.
Ello no obsta para que también expusiera en el Círculo de Bellas Artes en 1880, 1881 y 1882 Vendedor árabe, Una esclava, Plaza de Tánger y Dos moros tangerinos.
Asimismo, fuera de España, mostró su obra en la Exposición Artística Internacional de Roma en 1883, en Berlín, donde obtuvo una medalla de oro en 1891, y en Múnich. Esta última proyección internacional se refuerza con un testimonio parisino de 1907, en el que se ve su obra como representativa del carácter específicamente español que aún no se ha rendido a lo francés, frente a otras colonias artísticas.
Es frecuente la referencia a sus cuadros más citados (Una procesión en Venecia, La visita del cardenal, Un bautizo, La comunión, Un monaguillo, La firma del contrato de boda, En el coro, etc.), donde se reproducen las magnificencias del culto católico, desde bordados de casullas y objetos litúrgicos hasta elementos arquitectónicos y decorativos, y según la corriente del «monaguillismo». También se mencionan escenas de ferias y fiestas con muchachas cantando y tocando la guitarra, con una referencia más directa a la realidad.
Esteban Casado