Artistas
Fritz Bamberger
Würzburgo, 1814 - Neuenhain, 1873
Fritz (Friedrich) Bamberger nació en el seno de una familia de músicos el 17 de octubre de 1814 en Wurzburgo, ciudad obispal y principal núcleo urbano de la Baja Franconia. Recibió su primera formación artística en la Academia de Berlín en 1828 con Johann Gottfried Schadow, e inmediatamente después en el estudio del pintor de marinas Wilhelm Krause. En 1830 se trasladó a Kassel, donde tuvo por maestro a Georg Primavesi, artista de la corte, encargado fundamentalmente de la realización de pintura decorativa. En 1832 estaba Bamberger ya en Múnich, donde conocerá a Carl Rottmann, cuya obra le influirá de forma muy determinante. Rottmann trabajaba por entonces en el ciclo de paisajes al fresco con 28 vistas de Italia, que le había encomendado Luis I de Baviera para su palacio de Múnich. El paisaje de Rottmann adquirirá carácter ejemplar para Bamberger a partir de ese momento. Con el fin de realizar vistas de Renania y de la cuenca del Meno para encargos editoriales, se estableció en 1835 en Frankfurt. Un año después realizará un viaje a la costa septentrional de Francia y a Inglaterra, a cuyo regreso pintará uno de los primeros cuadros que le darán fama: El campo de batalla de Hastings con una vista del mar. Los bocetos realizados en Normandía e Inglaterra le servirán para otros cuadros con vistas marinas, su tema predilecto.
Después de haber cumplido el servicio militar entre 1837 y 1840 en Wurzburgo, y antes de establecerse a mediados de los años cuarenta en Múnich, Bamberger realizó su primer viaje a España, acompañando a Karl du Fay, hombre de negocios de Frankfurt interesado en temas artísticos. Más adelante realizará otros tres viajes a la Península Ibérica. Éstos han sido datados recientemente por Anja Gebauer en los años 1849-1850, 1857 y 1868. Ya en la exposición del Frankfurter Kunstverein de 1851 Bamberger estuvo representado con un paisaje de tema español: Vista de Gibraltar. La crítica destacó el valor de este lienzo y reconoció en él la influencia de Carl Rottmann, con cuya obra y la de Carl Blechen muestra efectivamente muchas afinidades.
Las regiones visitadas por Fritz Bamberger fueron fundamentalmente Castilla, Andalucía y Valencia. En el viaje de 1857 estuvo acompañado por su mujer y se detuvo casi exclusivamente en la meseta. Entró en contacto con la corte española, probablemente en el palacio de verano de La Granja de San Ildefonso, lugar del que se conservan dibujos realizados por Bamberger en el mes de agosto. El pintor de Wurzburgo fue profesor de dibujo de la infanta Amalia Filipina del Pilar, prima de la reina Isabel II de España. La infanta estaba casada desde 1856 con el hijo menor de Luis I de Baviera, Adalberto. En 1857 Bamberger llevaba el encargo de entregar a la reina Isabel II como obsequio un cuadro realizado por la infanta. La relación dinástica entre las casas de Baviera y España explica los vínculos con la Península de artistas de la Alemania meridional. La Neue Pinakothek de Múnich conserva un cuadro firmado por la infanta Amalia Filipina Pilar en 1858, cuyo título es Puente sobre el Tajo en Toledo. El mediador del tema es indudablemente el propio Bamberger.
Entre los motivos más queridos de los paisajes de Bamberger están la costa de Cádiz y Málaga, la Albufera de Valencia, Sierra Nevada y, desde luego, Gibraltar. También realizó vistas de Madrid, Segovia, Cuenca y Toledo. Expuso regularmente sus pinturas de tema español, y algunas de ellas pasaron a las colecciones reales de Baviera y Württemberg. Pero, fue el conde Von Schack quien protegió más decididamente a Bamberger en Múnich. Adolf Friedrich Graf von Schack, escritor, traductor y mecenas, se interesó vivamente por los paisajes españoles del pintor. Él mismo se dedicaba al estudio de la lengua, la literatura y el arte españoles, así como al árabe, al persa y otras lenguas orientales. De 1845 data su principal obra de investigación Geschichte der dramatischen Literatur und Kunst in Spanien (Historia del arte y la literatura dramática en España). Von Schack incorporó a su importante colección –célebre por las pinturas de Böcklin, Feuerbach, Spitzweg y otros artistas alemanes del siglo XIX, cuyas obras pueden contemplarse hoy en la Schackgalerie– siete cuadros de Bamberger con vistas de Gibraltar, Toledo, Granada y otros lugares del sur de la Península. El primero de ellos, la Vista de Toledo, fue adquirido en 1861. Las pinturas Vista de Sierra Nevada y Alrededores de Granada, que también forman parte de la colección de la Schackgalerie, fueron las últimas que compró el conde, probablemente después de 1868. En su libro Meine Gemäldesammlung (Mi colección de pintura), el conde Von Schack se refiere muy elogiosamente varias veces al pintor y a sus cuadros.
Bamberger emprendió su último viaje a España en la primavera de 1868, cuyos gastos fueron financiados por el gran duque de Mecklemburgo. Allí coincidió con Von Schack, quien, a su vez, se hizo acompañar a Madrid por los jóvenes pintores Franz Lenbach y Ernst von Liphart, a los que encargó copiar algunas obras de pintores españoles en el Museo del Prado. Bamberger sobre todo se quedó en este viaje en Granada y en San Ildefonso. No se tiene constancia de ningún otro viaje posterior al de 1868. La razón de los viajes de los artistas a España u otros países podía ser de lo más diverso: encargos de obra, contratos en cortes extranjeras, estudios, acompañamiento, formación, etc. En el caso de Bamberger nos encontramos ante un artista que se desplazó repetidamente a España por el placer de conocer el país y por la atracción que sintió por sus paisajes, hasta el punto de convertirlos en sujeto del conjunto de su obra. En 1873 murió el pintor en Neuenhain, cerca de Bad Soden.
Javier Arnaldo