Artistas
Manuel Cabral Aguado Bejarano
Sevilla, 1827 - Sevilla, 1891
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Bailando
1889 -
Escena de una venta
1855 -
Un borracho en un mesón
1850 -
La Reyerta
1850 -
En la Feria de Sevilla
c. 1855 -
El puesto de buñuelos
c. 1854 -
Jaleando a la puerta del cortijo
1854 -
En la Romería de Torrijos
1883 -
De paseo
c. 1855 -
Cante en la sobremesa
c. 1855 -
Maja con abanico rojo
1885 -
Jugando en el parque
c. 1845 -
Majo sevillano
c. 1850 -
Maja sevillana
c. 1850
Hijo de Antonio Cabral Bejarano (1798-1861), con el que se formó, y hermano del menos conocido Francisco Cabral Aguado Bejarano (1824-1890), asistió a la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, en la que fue posteriormente profesor. Fue también miembro honorario de la Academia de Bellas Artes de Sevilla, pintor honorario de cámara de Isabel II y miembro de la Sociedad Sevillana de Emulación y Fomento.
Participó con cuadros de género en numerosas exposiciones provinciales, entre otras las celebradas en Cádiz (1856, 1864, 1879 y 1880), Sevilla (1856, 1858 –medalla de plata por un lienzo de costumbres andaluzas–, 1867 y 1878), así como en todas las Nacionales de Bellas Artes de Madrid (entre los años de 1858 y 1890). En la de 1858, su obra La procesión del Corpus en Sevilla (Madrid, Museo Nacional del Prado), del año anterior, obtuvo una mención honorífica de segunda clase y fue adquirida por el Estado. Tanto en esta pintura como en la Procesión del Viernes Santo en Sevilla (Sevilla, Reales Alcázares), de 1862, representó, con gran minuciosidad, personajes y detalles arquitectónicos de la ciudad, lo que da a estas obras gran valor documental. Muchos de los personajes son, a pesar de su pequeño tamaño, retratos, género que también cultivó. Entre otros, realizó los de Manuel Barrón para la Academia de Bellas Artes de Sevilla; Antonio Cabral Bejarano, Nicolás María Rivero y otros para la Biblioteca Colombina de Sevilla; Juan García de Vinuesa y José Luis Albareda (Ayuntamiento de Sevilla); Javier Lasso de la Vega (Academia de Medicina de Sevilla); así como su Autorretrato (Madrid, Museo del Romanticismo), fechado en 1851. En el cuadro de historia, menos importante en su dedicación, destacan La Santa Cruz sobre las aguas y La caída de Murillo del andamio (ambos en el Museo de Bellas Artes de Cádiz).
Su estilo evolucionó desde la influencia de Murillo, de cuyas obras realizó copias, hacia un costumbrismo de nítido dibujo y colorido algo frío, en el que realizó sus mejores obras a lo largo de la sexta y séptima décadas del siglo. Años después su estilo se hizo algo amanerado, debido a su gusto por la técnica preciosista.
Javier Barón