Museo Carmen Thyssen

Notas:
Este cuarteto n.° 19, conocido como "De las Disonancias" debido principalmente a su inusual introducción, es quizá el más famoso de todos los cuartetos del compositor. Es el último de la serie de cuartetos que Mozart dedicó a Haydn, amigo y célebre compositor considerado generalmente como el padre del cuarteto de cuerda. La obra inicia una atmosfera misteriosa en el cello, al que se unen sucesivamente el resto de instrumentos creando una disonancia en sí misma con un acorde aumentado. La carencia de una armonía y tonalidad claras y delimitadas se impone hasta resolver en el brillante primer Allegro. La peculiaridad de esta obra reside en la habilidad que muestra el compositor al usar escalas cromáticas y de tonos enteros para trazar intervalos de cuarta, algo realmente original y pionero dada la época.

Descrita por el propio Turina como: "una tarde de toros en la Plaza de Madrid (...) tras el patio del caballo se encontraba la capilla, llena de unción, donde venían a rezar los toreros un momento antes de enfrentarse a la muerte". Aquel contraste subjetivamente musical y expresivo de la algarabía de la plaza, ruedo de risas y oraciones mudas le supuso al compositor la inspiración para crear la obra, puramente descriptiva y con claro carácter impresionista.