Baldomer Galofre i Giménez
Paisaje con figuras
s.f.-
Óleo sobre lienzo
77 x 130 cm
CTB.2015.242
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© Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en préstamo gratuito al Museo Carmen Thyssen Málaga
Baldomer Galofre firmó en Roma la obra titulada Paisaje con figuras por Subastas Ansorena, y Excursión. En un amplio paisaje, un grupo de elegantes personajes saluda a los que llegan, por la casa alemana de subastas Nagel. Esta descripción de la escena representada concuerda con el título del cuadro que cita la Enciclopedia Espasa-Calpe, en la biografía del pintor, depositado en el Museo de Baden-Baden y referenciado como Ausflügler am sammelplatz, Punto de encuentro de los excursionistas. Posiblemente se trata de dicho cuadro o de una versión del mismo que figuraba con el número 26 en el catálogo del año 1905 de la entidad alemana.
Se trata de una original pintura de costumbres ambientada en la primavera de la campiña romana. Así, en primer término, Galofre ha representado a unos elegantes personajes atentos a la llegada de un grupo de excursionistas, que andando o montados en burros se dirigen alegremente al punto de reunión. Temáticamente es una obra no habitual en la producción de Galofre que muestra su relación con pintores como Francesco Paolo Michetti o Ludovico Marchetti, especialmente de este último cabe mencionar el óleo de 1880 titulado Carreras de caballos en Longchamp e incluso, por luminosidad, Galofre parece haberse inspirado en una de las últimas obras de Mariano Fortuny, Playa de Portici o La Villegiatura, pintada en 1874, meses antes de su fallecimiento.
Baldomer Galofre mantuvo una estrecha relación con Italia durante toda su vida, llegó por primera vez a Roma el 2 de mayo de 1874, pensionado en «Grabado en dulce» por la Academia de España en Roma. Nacido en Reus, como Mariano Fortuny y Josep Tapiró, Galofre contactó con ellos en la Ciudad Eterna y en el verano de este año viajó a Nápoles y Portici. Nápoles significó para el pintor un punto de contacto con la colonia artística de la región y además una recurrente fuente de inspiración temática. Casado con la modelo Letteria Caccace, nacida allí, mantuvo una estrecha amistad con muchos pintores de la zona y en especial con el dramaturgo y poeta Salvatore de Giacomo, defensor del costumbrismo del sur de Italia.
Tras una corta estancia en España para exponer en la Sala Parés de Barcelona, Galofre viajó nuevamente a Italia en 1885 y posteriormente regresó en 1889, año en que visitó las ciudades de Roma, Milán y Turín en un recorrido descrito como «triunfal» por la prensa de la época. El último viaje a Italia lo realizó en 1900 y visitó nuevamente Nápoles.
Ya en 1875, el famoso marchante francés Adolphe Goupil contactó con Galofre y le encargó acuarelas y óleos de temática de género, costumbristas y paisajes que vendió con gran éxito en Europa. El español trabajó también para el alemán Frederick Reitlinger. Los comerciantes indicaban a los pintores los asuntos que les interesaban e incluso les proporcionaban fotografías para facilitarles su labor. Galofre triunfó con escenas de mercados, romerías, ferias, caballistas o campamentos, mayoritariamente referidos al costumbrismo popular español. En la década de los ochenta pintó en Roma diversas obras protagonizadas por caballos galopando, representando asuntos típicos de nuestro país. Galofre, como otros muchos artistas de su época, utilizó la fotografía para plantear las composiciones. El uso de las imágenes le permitía pintar paisajes de amplio horizonte y panorámicas perspectivas, así como versionar disposiciones y escenarios.
La indumentaria de los protagonistas de Punto de encuentro de excursionistas es característica de la moda de los años setenta y ochenta del siglo XIX. La dama del primer término luce falda de cola con lazada posterior, sombrilla y mantón de flecos y el resto del grupo destaca por sus elegantes vestidos y accesorios. Se trata pues de una obra costumbrista contemporánea que muestra varias características formales y temáticas del pintor, como la representación de equinos, la vegetación y principalmente la gestualidad de los personajes. El paisaje es similar al pintado en cuadros como La primavera romana de 1875 o Recuerdo de Italia, y respecto a los ademanes del personaje masculino, ataviado de jinete, cabe recordar, entre otros muchos cuadros protagonizados por caballistas, El saludo de los jinetes, Italia, c. 1874-1884.
Plenamente integrado en la colonia artística romana, Galofre entabló amistad con pintores de todas las nacionalidades, especialmente italianos, como demuestra el manifiesto firmado a su favor en 1876 por un nutrido grupo de artistas, a causa de su expulsión de la Academia por Casado del Alisal. El cuadro Excursión podría ser, en parte, una representación de las expediciones que organizaban los artistas con amigos y familiares a los alrededores de Roma o de Nápoles. Alegres excursiones que describieron pintores como Martín Rico o Ricardo de Madrazo, amigos de Galofre.
Montserrat Martí Ayxelà