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Folleto "Sorolla en Jávea"
La estancia estival de Sorolla en Jávea en 1905 supuso un catalizador para que el pintor alcanzase la madurez de su estilo más reconocido. La pintura en un entorno de acantilados de gran belleza le llevó a la sustitución paulatina de la playa por las calas y las rocas, y propició asimismo el estudio de las figuras en el agua y los juegos cromáticos producidos por la incidencia de la luz y los reflejos en el mar. Tomando como punto de partida una de las obras maestras del Museo y de ese verano, Rocas de Jávea y el bote blanco, este proyecto pretende contextualizar la pieza y poner en valor uno de los momentos más felices de la pintura española de la primera mitad del siglo XX. Para ello, de la extensa producción realizada en Jávea por el artista, sobre todo en ese año 1905, en la que fue su cuarta estancia en la localidad alicantina, se han seleccionado un conjunto variado, de más de una veintena de obras procedentes del Museo Sorolla de Madrid, con la idea de mostrar detalladamente el proceso creativo de Sorolla: desde los apuntes y las notas de color a los grandes lienzos.