Francisco de Goya
Disparate de carnaval
c. 1815-1819-
Aguafuerte sobre papel
33,5 x 49,5 cm
-
Museo de Bellas Artes de Córdoba
Amparados individualmente por máscaras que ocultan la identidad de sus portadores o por el desenfreno colectivo de una masa indistinguible, los personajes de este Disparate de carnaval bailotean de manera absurda, se tambalean ebrios o se mofan de otros, en una escena cuyo título hace referencia al contexto «natural» del disfraz y las caretas. En Goya (1746-1828) éstas se transformarán, sin embargo, en un medio para denunciar la hipocresía y la degradación social. La máscara, como objeto tangible que se pone sobre la cara para darle un nuevo aspecto y esconder el propio, adquiere así en su obra, especialmente en sus series satíricas de Caprichos (1799) y Disparates (1815-1819), un significado inédito que esta exposición plantea como punto de partida para la reflexión que el arte moderno hará del rostro como espejo de la identidad. Cuesta distinguir si los rasgos y muecas grotescos, deformes y brutales pertenecen a máscaras, a rostros o a una desagradable mezcla de ambos. Maestro indiscutible del grabado universal, Goya explora en estos aguafuertes un mundo oscuro y desordenado que quizá no sea solo el reverso de la realidad sino su verdadera apariencia, visible tras una máscara transparente.