Pablo Picasso
Estudio para «Trois femmes», primavera de 1908
1979-
Gouache sobre papel
62,9 x 48,2 cm
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Musée national Picasso–Paris. Dation Pablo Picasso
En este estudio de un rostro para el cuadro Trois femmes, que formó parte de la colección de Leo y Gertrude Stein y que hoy alberga el Hermitage, se adivina la asimilación formal de las máscaras africanas y de la estatuaria ibérica característica de la obra protocubista de Picasso. Esas cualidades incluyen la esquematización geométrica de los rasgos, la tendencia a la abstracción, las cuencas de los ojos vacías y la propensión a representar los semblantes ovalados.
En ese proceso de indagación plástica, Picasso hará uso de un lenguaje novedoso y complejo que derivará en la realización de Les demoiselles d’Avignon y la posterior formulación del cubismo. Una pintura que pretende la ruptura con la tradición y la representación ilusionista, además de poner en solfa los principios clásicos de belleza, proporción y armonía.
Asimismo, toma «prestadas» la desinhibida simplicidad del llamado arte «primitivo», gracias al descubrimiento de los objetos tribales africanos en la colección etnográfica del Musée du Trocadéro, o la violenta angulosidad y gestualidad en el trazo del expresionismo. En esa pintura hallamos la lección de Cézanne, a quien se dedicó una exposición monográfica en el Salon d’Automne parisino de 1907, y de gran ascendencia entre los jóvenes consagrados a la ruptura de los cánones pictóricos vigentes.