Tomás Muñoz Lucena
Pastora de pavos
c. 1900-
Óleo sobre lienzo
140 x 80 cm
CTB.1995.49
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© Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en préstamo gratuito al Museo Carmen Thyssen Málaga
Esta composición tiene dos partes: un primer término, ocupado por un grupo de aves de corral, gallinas y pavos, y un segundo, en la parte superior, que representa una mujer joven, vestida con un pañuelo anudado a la cabeza, falda larga y descalza. La vara que sujeta en sus manos indica que está cuidado a los animales, actitud que da nombre a la composición, Pastora de pavos. Este tema intrascendente es un pretexto para la elaboración de un cuadro costumbrista, donde el pintor muestra sus habilidades técnicas en el dominio del color, ya que el tema desarrollado al aire libre se presta para reproducir una gran luminosidad y riqueza cromática. Muñoz Lucena muestra una gran precisión en los detalles de las flores del paisaje del fondo y de las aves representadas en primer término, que resuelve con pinceladas muy sueltas. La afición de este pintor por los temas naturalistas y populares le viene de su primer maestro, Rafael Romero Barros, pero la presencia del artista en Roma, gracias a la Diputación de Córdoba, le sirvió para liberarse totalmente de la tradición romántica de la pintura cordobesa e introducirse en la modernidad, dando a los temas costumbristas andaluces un aire nuevo, más suelto y luminoso.
Es muy probable que Pastora de pavos esté inspirado en otro cuadro del mismo autor, titulado Las gallinas y realizado en Roma en 1886, dedicado a la Diputación cordobesa en agradecimiento a su ayuda para estudiar en la capital italiana y depositado en el Museo de Bellas Artes de Córdoba. En él, una joven descalza, con atuendo popular italiano y acompañada de un niño, da de comer a unas gallinas que también ocupan el primer término de la composición.
En Pastora de pavos el modelo femenino viste un chal de madroños genuinamente español, añadiéndose al grupo de las gallinas unos pavos. Aunque se tiene noticia de que Muñoz Lucena hizo varias versiones de este mismo tema, cabe pensar que fue este cuadro el premiado con una medalla de bronce en la Exposition Universelle de París de 1900.
Este tipo de representaciones se enmarcan en el gusto del pintor por los temas costumbristas, coloristas, vivaces y espontáneos, temas sin pretensiones que reflejan el amor del artista por la observación de la vida cotidiana y de las cosas sencillas.
El protagonismo que la mujer andaluza adquiere en sus obras, así como su estilo suelto y luminoso, le hace semejarse en algunos aspectos a su coetáneo Gonzalo Bilbao (1860-1938), autor de obras tan parecidas como Comprando pavos y Pavos.
Pilar De Miguel Egea