Reportajes

El circo de Toulouse-Lautrec, desconfinado

03 de junio de 2020

El circo de Toulouse-Lautrec, desconfinado

El Museo Carmen Thyssen Málaga amplia hasta el próximo 13 de septiembre la muestra de Sala Noble que acoge la serie “Au cirque” [En el circo] compuesta por el artista francés en 1899 y editada tras su muerte, en la que rememora los espectáculos vistos en los circos parisinos.

Tras dos largos meses confinados en la Sala Noble del Museo Carmen Thyssen Málaga, Toulouse-Lautrec y sus recuerdos de los circos parisinos vuelven a mostrarse al público, ampliándose la muestra hasta el próximo 13 de septiembre.

Por una de esas extraordinarias casualidades de la historia, fue precisamente en un confinamiento forzoso en un sanatorio, hace ciento veintiún años, entre febrero y mayo de 1899, cuando Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) dibujó de memoria treinta y nueve escenas inspiradas por los espectáculos del Nouveau Cirque y el circo Fernando/Medrano que había frecuentado en París en los años anteriores. Inmerso en la vida bohemia y nocturna de la capital francesa, Lautrec, un aristócrata de provincias aquejado de una enfermedad congénita que le obligó a guardar numerosas convalecencias en su corta vida, fue el principal publicista de los entretenimientos más populares del fin-de-siècle, de los cafés cantantes, cabarés y, por supuesto, los circos.

Tras su temprano fallecimiento, los dibujos realizados en la clínica de Neuilly fueron editados, a instancias de su amigo de la infancia y albacea testamentario Maurice Joyant, en dos álbumes, en 1905 y 1931, reproducidos con la técnica de la goma bicromatada o foto-aguatinta.

Estas láminas, prestadas por el coleccionista Jean Pierre Gimbergues, sorprenden por la certeza del trazo de un artista en sus horas crepusculares, por la vivacidad del recuerdo que las alimentó, por su modernidad en el uso de colores planos y por la sensación de ser un espectáculo que se ofrece privadamente al espectador, que observa, desde las gradas vacías, a pie de pista o entre bambalinas, los ensayos y rutinas de trapecistas, acróbatas, payasos, domadores y jinetes y amazonas.

En la soledad e inquietud de su confinamiento, Lautrec se refugió en el dibujo para demostrar, con estas brillantes obras, que estaba en plenas condiciones creativas. Como él mismo le decía a su amigo Joyant, “he comprado mi libertad con mis dibujos”. Liberado, por fin, de su cautiverio temporal en nuestras salas, el tantas veces llamado “el mayor espectáculo del mundo” aguarda a nuestros visitantes para mostrar su fascinante mundo de la mano del gran cronista del París finisecular.

La exposición cuenta con el patrocinio del despacho de abogados Daniel Pastor a través de la marca Iuris Cátedra. Abogados, Economistas y Auditores, tras la renovación del acuerdo alcanzado entre ambas entidades con el objetivo de apoyar y difundir la cultura.

Por tercera vez, el Museo Carmen Thyssen Málaga contará con la colaboración de este consultor, como anteriormente en la exposición Goya-Ensor. Sueños al vuelo (2017) y Henri Matisse. Jazz (2019).