Museo Carmen Thyssen

Nuestra experiencia en la creación de ambientes preparados para los niños/as del ciclo de Educación Infantil y primer ciclo de Educación Primaria nos ha permitido observar la importancia que tiene la satisfacción de sus demandas sensoriales como vivencias que contribuyen desde temprano a la flexibilidad de las mentalidades que irán construyendo en el futuro.

Este año, nos proponemos continuar trabajando la diversidad de la estimulación sensorial, enfocándonos en dos sentidos en particular: el oído y el tacto.

En un momento en el que los soportes audiovisuales y el metaverso ganan cada vez más terreno a otras activaciones sensoriales como la escucha o lo táctil, queremos poner en valor estos dos sentidos que, siendo esenciales en los primeros meses de vida, pasan a un segundo plano con el predominante desarrollo de la capacidad visual.

Ya en el vientre materno se tiene constancia de que las criaturas escuchan y reconocen sonidos como la voz de la madre, ciertos ritmos cantados o composiciones musicales. Como dice Rodero (2008, p. 3), “somos sujetos auditivos desde el nacimiento”. Además, en los primeros meses de desarrollo, el tacto nos permite reconocer y comprender el entorno en el que nos desenvolvemos, transformándose el deseo de exploración -manipulación- en una acción motora, perceptiva e intelectual (Moreno, 2015).

A partir de obras de la Colección del Museo, iniciaremos un viaje desde la imagen a su traducción en impulsos sonoros y táctiles. A continuación, experimentaremos con estas capacidades sensoriales en un ambiente preparado que, a través del juego libre, nos permitirá descubrir la riqueza e importancia que tienen estos dos sentidos en nuestra percepción diversa de lo que nos rodea.