Artistas
Ángel Cortellini Sánchez
Madrid, 1858 - Madrid, 1912
Ángel Cortellini Sánchez, hijo del excelente pintor Ángel María Cortellini Hernández, nació en Madrid, en la segunda mitad del siglo XIX.
Aprende a pintar desde su más tierna infancia, y es precisamente su padre el que le instruye y enseña en su taller, posteriormente, estudia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando; pasados unos años, le anima a viajar a Italia para perfeccionar sus conocimientos, tal y como lo había hecho él, recorriendo las ciudades de Milán, Turín, Génova, etc.
Su padre había sido un pintor perfeccionista y destacó como retratista, paisajista y costumbrista. Prácticamente tocó todos los géneros, menos los temas de la mar. Será su hijo quien, con posterioridad, se encargue de ello, aprendiendo de los grandes maestros, visitando puertos y observando detenidamente la mar, tomando notas de los distintos barcos y embarcaciones menores, y detallando también los mil elementos que se contemplan en un puerto.
No se le escapa nada, se fija sobre todo en lo que flota, ya sean unas gaviotas, un barco, una barca, unas amarras, unas boyas o la vida a bordo. Tanto le atrae la mar que decide explorarla e investigarla y, para ello, busca las mil posibilidades que le ofrece en días muy distintos, un día, en un lugar, la contempla tranquila y sosegada en calma chicha, y al día siguiente observa en el mismo lugar una mar furiosa y embravecida, con un cielo totalmente distinto.
Ángel Cortellini Sánchez no solamente tiene la idea de ser un pintor marinista, sino que también indaga en acciones navales e intenta plasmar hechos históricos, como pueden ser los siguientes cuadros del Museo Naval de Madrid: El navío «Asia» corriendo un temporal en 1824, Combate de una fragata, al mando de Blas de Lezo, contra el navío inglés «Stanhope» en 1710, El combate del navío «Glorioso» con el navío británico «Dartmouth» (19 de octubre 1747), El combate de Trafalgar, Rendición del navío francés «Bucentaure» (21 de octubre de 1805).
El Museo Naval de Madrid posee además una gran colección que recoge su trayectoria marinista.
La inspiración que le proporcionan las pinturas existentes de las diferentes colecciones de Rafael Monleón, que también fue pintor, restaurador y modelista, y su antecesor en el Museo Naval, le ayudó a plantear su propia escuela con su estudiado y metódico estilo.
Pero también el estudio de los modelos de astilleros o de arsenales del siglo XVIII que observa en el Museo Naval, hace que, en este caso, meta el bisturí en las entrañas de un navío, logrando una disección perfecta y detallada de los barcos que contempla para, posteriormente, crear con su fantasía lo que en este género domina, que son la mar y los barcos, con su arquitectura peculiar.
Como su padre, cultivó además otros géneros –retrato, paisaje, costumbrismo...– y concurrió a certámenes nacionales de Bellas Artes, presentando en la edición de 1881 los siguientes cuadros: Captura del vapor «Tornado» por la fragata de guerra «La Gerona», La «Numancia» en su viaje de circunnavegación y La fragata blindada «Victoria».
Miguel Godoy Sánchez