Artistas
Juan Martínez Abades
Gijón, 1862 - Madrid, 1920
Nacido en Gijón en 1862, cursó estudios en el Instituto fundado por Jovellanos, donde realizó copias de algunos de los dibujos de la colección reunida por el ilustrado gijonés. Pasó a Madrid, donde asistió a la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado entre 1880 y 1887. Al principio de su estancia allí frecuentó los estudios del pintor gijonés Ignacio Suárez Llanos (que habría de fallecer en 1881) y del escultor José Gragera y Herboso, subdirector del Museo Nacional de Pinturas. Obtuvo varios premios de medalla y accésit en sus estudios oficiales y, en 1885, una pensión de estudios de la Diputación de Oviedo. En su primera gran pintura, La muerte de Mesalina, que presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884, hay ecos de Rosales. La mayor parte de su producción inicial estuvo orientada ya al cultivo de la marina y las escenas portuarias, que habrían de darle fama, además de al paisaje, en lo que siguió la orientación de su maestro Carlos de Haes y, a veces, de Manuel Ramos Artal, que pintó por entonces en Asturias. Como envíos de pensionado para la Diputación realizó tres cuadros de figura: ¡Pobre hijo mío! (1885), La persona (1886) y ¡Serás buena! (1887) que, como el cuadro citado anteriormente, se conservan en el Museo de Bellas Artes de Asturias. Entre 1888 y 1890 estuvo en Italia con una pensión de mérito otorgada por la Diputación de Oviedo para la ampliación de sus estudios. En 1890 obtuvo en la Exposición Nacional de Bellas Artes una medalla de segunda clase por El Viático a bordo (San Sebastián, Museo de San Telmo). En ese año abrió estudio en Madrid, aunque realizó numerosos viajes a las distintas regiones costeras españolas, especialmente Asturias –donde solía pasar parte del verano–, Galicia, Cantabria, el País Vasco y Canarias –región en la que había nacido su mujer–. En 1892 obtuvo otra medalla de segunda clase por El entierro del piloto (colección Fondo de Arte Masaveu) en la Exposición Internacional de Bellas Artes celebrada en Madrid. Desde 1894 hasta poco antes de su muerte pintó numerosas ilustraciones para el semanario Blanco y Negro. Participó en buena parte de la exposiciones organizadas por el Círculo de Bellas Artes de Madrid a partir de 1893, en todas las Nacionales celebradas entre 1884 y 1917 (en las de 1897 y 1899 obtuvo sendas condecoraciones y en la de 1901 una consideración de primera medalla), en las Universales de Barcelona (1888) y Chicago (1893), y en las Internacionales de Bruselas (1910), Roma (1911), Múnich (1913) y Panamá (1916). En 1905 realizó las escenografías para La galerna y al año siguiente la decoración de los veinte lunetos del Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. En 1913 realizó una exposición individual en los salones de Iturrioz, en Madrid, y al año siguiente embarcó a La Habana, donde expuso con gran éxito de ventas. Su pintura, que en la década de 1890 abordó el motivo social en cuadros de gran tamaño, se concentró luego en la representación naturalista del paisaje costero, con aguda observación de la luz y el movimiento del mar.
Vale la pena consignar también su aportación a la creación musical. Ya de niño había recibido lecciones de solfeo del maestro Passutti, en la sociedad artística La Armonía, pero fue a partir de 1911 cuando empezó a componer, al principio (1911) sobre motivos populares asturianos y luego cuplés, que le dieron gran fama, y cuyas ediciones a veces ilustraba el mismo pintor. Falleció en enero de 1920 y poco después se celebró en los locales del Círculo de Bellas Artes de Madrid una exposición con trescientas de sus pinturas.
Juan Barón